
Así fue hasta marzo. En cambio, en abril las cosas
cambiaron. Llegó el tan esperado ENETI en Córdoba donde conocí a gente
maravillosa como Xosé Castro (@xosecastro), Merche García (@traducirco), Pablo
Muñoz (@pmstrad), Vicent Torres (@Vicent_Torres), Raquel Cerdán (@RdeRaquel),
Carla Botella (@cbtrad), Jairo Lara (@mots_meles), María Tatay (@MTatay),
Javier Sánchez (@Jouhkien), @Pcsl y muchos otros (el post se haría eterno como os
ponga a todos ;) Donde no sólo me lo pasé genial, sino que también aprendí
mucho. Además, no fui sola a este encuentro. Me acompañó, bueno, me convenció,
mi compi Carlos Gutiérrez (@cggtrad). Por eso, ya anuncio que este año que
viene me esperéis en Granada que allí
aterrizaré con muchas ganas de seguir aprendiendo y compartiendo experiencias
con todos vosotros.
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Nos vemos en el ENETI2013 :) |
Con el gran Xosé Castro |
En junio fue uno de los mejores meses en cuanto a mi carrera en el baloncesto. Conseguimos llegar a la final y lo mejor de todo es que la ganamos. Fue mi primera final y mi primer triunfo. Fueron momentos de mucha tensión y de mucha dedicación en los entrenamientos porque sabíamos lo que nos jugábamos, y al final lo logramos.
El año continuaba y todo seguía igual. Papeleos
para poder realizar el Erasmus en Ginebra, solicitudes de becas, exámenes de
junio-julio,… Y por fin, las tan ansiadas VACACIONES. En el mismo sitio de
todos los años pero al fin un tiempo para desconectar. Sin embargo, lo peor
estaba aún por llegar. Durante las vacaciones me llegaron las notas. Las
primeras notas que recibí fueron bastante buenas (como mi matrícula en chino
^^) Aunque las últimas he de decir que no me gustaron nada. Entonces otro de
mis bajones hizo que no quisiese más vacaciones. Sí, suspendí traducción.
Imaginaos mi cara de desesperación cuando me llegó esa noticia. Mi cabeza no dejaba
de pensar en qué estaba invirtiendo mis esfuerzos si después la asignatura
esencial de la carrera la suspendía. A tal punto llegué, que estuve planteándome
dejar la carrera. No obstante, decidí darme otra oportunidad. Y desde aquí me
gustaría agradecer a mis compis de clase Marisol Leal y Lorena Escobar por
ayudarme durante esas semanas :)
El verano terminaba, y el Erasmus comenzaba.
Nervios, muchos nervios. Maletas sin hacer y un avión por coger el 10 de
septiembre. El día llegaba. Era hora de vivir esta experiencia de la que no me
olvidaré tan fácilmente. La primera semana no fue de las mejores pero tampoco
lo pasé mal. Fue a partir de las siguientes cuando comencé a disfrutar
realmente de esta experiencia. Y para que lo sepáis ya soy toda una chef, chacha,
mamá y reina del ping-pong jeje. Ahora que estoy a punto de terminarlo no
quiero separarme de Ginebra ni de St. Boniface. He conocido a gente muy
interesante, he compartido momentos increíbles y sobre todo he hecho muy buenos
amigos. Me iré en febrero, pero el 8
de enero no será el último avión que coja a Ginebra. Pienso volver a visitar la ciudad, posiblemente a estudiar pero sobre
todo a ver a cierta persona.
No me separaré tan fácilmente de Ginebra |